El cepillo de dientes

Nostalgia

L. M.

Tomé su cepillo de dientes y me lo pasé por los huevos, recordando cómo me lamía en esos lugares prohibidos cuando me la chupaba, ¡pinches viejas! ¿por qué tienen todas que ser así?: Ay no me tomas en cuenta, nunca me dices que me quieres estás coqueteando con otras.

¡Pues claro! claro que coqueteo con otras, pero me caga que me estén chingue y chingue con eso, ni que me las estuviera cogiendo. Yo así soy, y a la que no le guste que se abra a la verga. Cómo esa pinche vieja mamona, que se cree que tiene las tetas más bonitas del planeta, pero, para mi gusto podría tener más nalgas y más pierna, aunque no estaba mal.

Cuando se largó pensé que se haría como las demás. Qué iba a querer seguir siendo mi amiga, pos pa’seguírmela cogiendo de vez en cuando sin que me esté chingando ni me diga nada cuando coquetee con otras, o quiera tener otra novia… Yo la neta pensé que nunca iba a poder renunciar a mí, pensé que me admiraba más, yo sé que soy único, o al menos siempre me he sentido así, la neta, pero me cagaba ése ex novio suyo que todos decían que disque es más talentoso, y que con más éxito que yo, la neta yo no creo que con más pegue, pero pues la verdad quien sabe, muchas morras me han dicho que les gustaba ése güey. Pinche morra caliente le gustaba un chingo la reata, la neta cogíamos bien rico. Cuando me mandó al rifle tuve que volver con la más fea de mis ex novias, ella siempre tan devota, a ella sí me la podía coger sin pedos.

No soportaba sentirme tan solo, alguien tenía que distraerme, para no sentir ése agujero que dejó esa pinché vieja tan alzada con cara de sangrona, se me hacía cómo muy despectiva, siempre mirando a los demás por encima del hombro, haciéndose la muy amable en ocasiones. Yo la neta no sé qué le vi, sí me la quería dar, pero nomás hasta ahí, no se para que me la hice novia. Andar con ella nomas me alejó de mis fans, jajajajaja, de mis amigas. Pero en cuanto me terminó volvieron sólitas, como moscas a la miel. Así que la que no quiera que se abra, me sobran mujeres. Ni que aquella pinche vieja fuera la única en el mundo, habiendo tanta ricura. Yo ahorita ando con mi morrita, está bien morra y la neta no está tan chida, pero está muy joven, razón suficiente para que me envidien, y ojalá aquella cabrona se entere de que ando con una más joven, eso siempre les arde a las morras, y aunque disque muy feminista, yo sé que le va a arder. Ya sé que me borró de todas sus redes, se hace la que no le importo, pero tenemos a un montón de gente en común, a huevo se va a enterar, ya me la imagino con su cara de mamona.

Sabe si se esté cogiendo a alguien más, pinches vatos, siempre están nomas chingando a su madre, de seguro ése pendejo de su compa, ése, o con el que salía antes de andar conmigo, o el extranjero aquel, quién sabe que chingados esté haciendo, y con quién. La neta el vato tiene suerte que la disfrute, está loca, y tarde o temprano lo va a dejar; yo creo que ya me irrité de tanto estarme rascando con el cepillo de bambú con cerdas rosas que usaba cuando se quedaba en mi casa, ¡ah! me arde, pinche vieja, me vale verga lo que esté haciendo o con quien esté, ya ni me acuerdo de ella, ni de sus ojotes, y sus chichotas argh!

Me arden los huevos, pero que rico me lo hacía.